miércoles, noviembre 9

Las teles malvadas

Érase una vez un niño que se distraía tanto con la tele que siempre llegaba tarde a todos los sitios, ni acababa de desayunar, ni de comer, ni nada. Un día, apareció en su buzón un misterioso paquete. Eran unas gafas especiales, con un papel que decía con esto podrás ver el tiempo. El niño no lo entendió hasta que al mirar a su hermano vio una enorme montaña de florecitas sobre su cabeza que caían poco a poco. Y como con su hermano, pasaba lo mismo con todo el mundo, pero cuanto más viejecitos eran, más pequeña era la montaña. Y según lo que hiciera cada uno, la montaña crecía, o perdía flores. A la mañana siguiente, mientras desayunaba, se acordó de las gafas y al ponérselas quedó horrorizado: de su propia montaña de florecillas salía un torrente de flores en dirección a la televisión, en la que había surgido una enorme boca que devoraba las flores ferozmente. Y por todas partes empezó a ver fieras televisiones devorando florecillas.

Así que, viendo cómo eran en verdad las televisiones, decidió que nunca más las dejaría devorar su tiempo


Autor.. Pedro Pablo Sacristán