miércoles, septiembre 7

Más de 700 mil enlaces web sobre flora y fauna incluye la Enciclopedia de la Vida

Una especie de Wikipedia de la naturaleza, pero controlada por expertos. Así se puede describir a la gigantesca Enciclopedia de la Vida ( www.eol.org ), que desde ayer presenta en la web su segunda versión.

La iniciativa, que nació en 2008 con 30 mil páginas de información, en su mayoría texto, ahora incluye una o más fotografías para cada especie (hay en total 600 mil), videos, mapas, descripciones en detalle y cruce de bases de datos. Lo mejor de todo es que no sólo está en inglés: también entrega la opción de presentar los resultados en otros idiomas, incluyendo como novedad el español y el árabe. Eso sí, la base de datos en nuestro idioma es mucho más limitada que la original, pero se invita a los expertos a actualizar los datos.

La actual versión contiene 20 veces más datos que la original, lo que se traduce en más de 700 mil enlaces de información en el sitio web.

Leer articulo completo en: El Mercurio. Cuerpo C. Martes 6 de Septiembre, 2011

JUAN RADRIGÁN, EL DRAMATURGO DE LOS MARGINADOS, GANA EL PREMIO NACIONAL


El autor de Hechos consumados superó a la favorita Delfina Guzmán
Escribe a mano. Y en sus 41 obras estrenadas siempre dialogan fantasmas, vagabundos, prostitutas y proletarios. A Juan Radrigán (74) le gusta mezclar los márgenes con el más allá. Pero hace tres años quiso jugar a lo imposible. En Bailando para ojos muertos, texto que permanece inédito en las manos del director Víctor Carrasco, el dramaturgo cuenta la historia de un escritor al que un gobierno de derecha le entrega el Premio Nacional. "Pensé que era algo que jamás sucedería por ser como soy, tan rebelde", ríe Juan Radrigán, tras quedarse ayer con el Premio Nacional de las Artes y la Representación, desplazando a candidatos como la actriz Delfina Guzmán o el diseñador Sergio Zapata.
La decisión del jurado fue unánime. Compuesto por el ministro de Educación, Felipe Bulnes; el rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez; el rector de la Universidad de Talca, Álvaro Rojas; el representante de la academia de Bellas Artes, Ramón López, y el anterior ganador, Ramón Núñez, todos coincidieron en que "Radrigán ha cambiado el paradigma de la escritura del teatro chileno".
"Radrigán es al teatro chileno lo que Arrau es a la música docta, lo que Violeta Parra es al folclore, lo que Raúl Ruiz al cine o lo que Neruda y la Mistral son a la poesía. Esa es su magnitud", subrayó Ramón Núñez, quien en 2009 montó en Nueva York Beckett y Godot, del autor premiado. El montaje fue un éxito, tal como ahora ocurre en Londres con Las brutas, dirigida por Sue Dunderdale.
Admirado por dramaturgos y actores jóvenes, a la hora en que el jurado fallaba, Radrigán ensayaba con una compañía emergente. En un instituto de calle Toesca y sin celular, el jurado tuvo que arreglárselas para darle la noticia. "En lo primero que pensé fue en mis personajes. Especialmente en Emilio y Marta, de Hechos Consumados, dos pobres y olvidados que sin embargo han llegado lejos. Con la mente, los abracé y los felicité a ellos", dice.
Nacido el 20 de enero de 1937, hijo de una profesora de una salitrera y de un mecánico, Radrigán es corto de palabra, pero la escritura es su religión desde los 12 años. "Es el lugar donde me siento más cómodo. A las fiestas les rehúyo como a la peste", señala quien comenzó como un autodidacta. Trabajó como mecánico y fue dirigente sindical hasta 1973. Cesante tras el golpe militar, instaló un puesto de libros viejos. Escribió poesía y cuentos, hasta que en 1979 encontró su vocación: produjo la obra Testimonios de la muerte de Sabina.
Con su compañía Telón estrenó piezas para obreros y sindicatos, que se volvieron emblemas de la oposición a Pinochet. Así nacieron obras como Las brutas (1980) o El toro por las astas (1982), que luego llegaron a los teatros con sus personajes desamparados.

Comparado con Beckett, Arthur Miller y con la chilena Isidora Aguirre, su dramaturgia está marcada por un sino trágico. "Estoy lleno de fantasmas y mi soledad está tan sobrepoblada que ya no caben solos", dice. Tras el regreso a la democracia, su teatro tuvo un nuevo aire con piezas como Medea mapuche, Fantasmas borrachos y Perra celestial. El 15 de septiembre estrena Amores de cantina en el GAM y ya trabaja en un nuevo texto: "Es sobre algunos personajes de la historia de Chile como la payadora Rosa Araneda o el Cristo del Elqui. Como en todas mis obras, está cruzada por la orfandad. En todas hay alguien que quiere ser escuchado".

martes, septiembre 6

EL VOLANTÍN


Investigaciones recientes aseguran que el volantín tiene su origen en el territorio que actualmente comprende a Indonesia. Sin embargo, en el año 200 antes de Cristo el volantín a alcanzó una gran difusión gracias a un general chino de nombre Han Siny. En esa época el retazo de papel volador se convirtió en un objeto tan popular en oriente, que el calendario chino le dedicó el noveno mes del año.
En Europa, la cometa ya era conocida en el siglo XVII y su aparición en Chile data de mediados del siglo XVIII. Su llegada conquistó a tantos seguidores, que se convirtió en la protagonista de muchas fiestas, juegos, competencias, reuniones y jaranas.
Pero su presencia también causó disturbios y peleas. De hecho, en 1795 se dictó una orden que condenaba a seis días de prisión a todo "malvado" que causara daños como consecuencia de la encumbrada de un volantín. Esta medida se tuvo que adoptar porque fueron demasiados los peatones que sufrieron el golpe de una teja por culpa de las piruetas de un volantín.
Pese a esto, la presencia del volantín se hizo indispensable en la celebración de las Fiestas Patrias y en las famosas competencias de corridas de volantines. Estas últimas consisten en la lucha de dos o más figuras de papel en el cielo, que buscan eliminarse unas a otras por medio del roce violento del hilo curado. Esta "arma" es consecuencia de la mezcla de vidrio molido con pegatina en el hilo que encumbra al volantín y que es capaz de cortar los hilos enemigos.
Con los años, se prohibió el uso del hilo curado y los volantines se dedicaron a cubrir los cielos con fines lúdicos y no competitivos, estando en manos principalmente de los niños.
Sin embargo, y pese a todas las campañas de prevención y advertencia en contra del hilo curado, persisten hoy en día algunos fanáticos que lo siguen usando y causando daños a los menores. Son numerosos los niños que han sufrido cortes y heridas producto de ese peligroso material.
Actualmente, el volantín ha experimentado las innovaciones de la modernidad, ya que sus variedades se presentan en papel, plástico y con sofisticados sistemas de manejo que posibilitan dirigirlo con dos manos.
Si vas a encumbrar volantines no dejes de tener en cuenta estas consideraciones dictadas por la Asociación Chilena de Seguridad:
• Hazlo en lugares abiertos y lejos de cables de alta tensión.
• No encumbres volantines en techos o zonas cercanas al tendido eléctrico.
• No uses hilo curado ni de nylon que pueda causar cortes a la piel.
• No subas a árboles o postes a rescatar volantines.
• No corras tras volantines cortados, para evitar atropellos.
Usa carretes para no enredarte con el hilo suelto

JUEGOS TÍPICOS DE CHILE


Además de las fondas, la cueca, los asados y los emblemas patrios, en septiembre tiene cabida el aspecto más lúdico de nuestra idiosincrasia, que se expresa a través de la práctica de juegos tradicionales.

Adultos y niños, en algunos casos familias enteras, tanto en zonas urbanas como rurales, se agrupan en torno a objetos simples como un trompo, un emboque, una cuerda, bolitas o volantines, para entretenerse y probar sus habilidades. O participan de competencias como las carreras de ensacados o de tres pies, la gimcana,que agrupa varias pruebas, la rayuela o las tradicionales, y más comunes en las zonas rurales, como son el palo ensebado y la persecución del chancho.
No importa cuál juego se escoja, pero para que la celebración dieciochera sea completa no puede faltar, al menos, una de estas pruebas.

Trompo
Es un juguete tradicional de madera, con forma de pera invertida, que tiene una púa de fierro en la punta sobre la cual gira. En su superficie, desde el extremo contrario a la punta, se enrolla un cordel o lienza que servirá para arrojarlo al suelo.
Lo básico es tratar que el trompo permanezca girando el mayor tiempo posible. Pero también hay juegos, como la troya, que consiste en sacar de un círculo que se ha trazado en la tierra las monedas que han sido colocadas dentro. Para hacerlo, el participante lanza el trompo, luego lo toma en la palma de la mano y lo vuelve a lanzar, pero esta vez al círculo, para intentar sacar algo.
Otro juego es el de los quiños o golpes del adversario. En esta competencia, dos jugadores lanzan el trompo, con el fin de que uno de ellos logre golpear al otro para hacerlo avanzar hasta una línea de meta.

Emboque
Este es otro juguete tradicional de madera que entretiene a adultos y niños.
Está formado por dos piezas unidas por un cordel. Una de ellas se asemeja a una campana, que tiene un orificio al centro de su base, y la otra pieza es un palito que cabe sin holgura en la base agujereada. Ambas partes están unidas por una lienza.
Para jugar hay que sostener el palito con toda la mano ?mientras la parte con forma de campana cuelga de la lienza hacia abajo? y sin soltarlo alzar la parte más grande hacia arriba, tratando de que caiga sobre el palito. Gana quien consiga embocar la mayor cantidad de veces.
Existen diferentes maneras de embocar y se reconocen con los siguientes nombres: simple, doble, vertical, mariquita, puñalada, purtiña o dominio del revés.
Para este juego se requiere paciencia y perseverancia, además de buen pulso.

Típicos del campo
- Palo ensebado: Para esta competencia se utiliza una vara de madera de alrededor de cinco metros de largo, que se unta con grasa o jabón para dificultar su ascenso. En la punta se cuelgan premios (dinero, comida, etc.).
La tarea de los participantes, que por lo general son hombres, es intentar llegar al tope de la vara, trepando hasta alcanzar los premios.
Lo habitual es que la mayoría, incluidos los que parecen ser más fuertes, no llegue ni siquiera hasta la mitad de la vara, y pese a un gran despliegue de fuerza resbalen con rapidez.
- Persecución del chancho: Este juego se realiza en recintos grandes, pero cerrados, como la pista de una medialuna. Se unta de aceite o grasa a un chancho y se lo deja correr. Luego, un grupo de niños debe salir en su persecución para atraparlo. Gana quien consiga hacerlo.
- Carreras de tres pies: Es una carrera en pareja. Se llama de tres pies, porque el tobillo izquierdo de uno de los corredores se amarra al derecho del otro. Para avanzar deben mover simultáneamente las extremidades amarradas. Gana la primera pareja que cruce la meta.
- Carreras de ensacados: Los competidores meten sus piernas dentro de un saco. Como los sacos les impiden caminar o correr, deben saltar hasta llegar a la meta.
- Tirar la cuerda: En la mitad de una cuerda larga se amarra un pañuelo. Con la cuerda extendida, se hace una marca en el suelo, a uno o dos metros hacia la derecha del pañuelo y otra hacia la izquierda, a la misma distancia. Los jugadores se distribuyen en dos grupos. Cada uno, ordenado en fila y de pie, agarra la cuerda y se ubica detrás de una de las marcas. Gana el equipo que, tirando de la cuerda y arrastrando al equipo contrario, logre hacer pasar el pañuelo sobre su marca.

A caballo
Además de la atajada del novillo en la medialuna, existen otras actividades tradicionales que realizan los huasos a caballo.
- Trilla a yegua: Es una fiesta en el campo, que reúne a patrones y obreros. Los jinetes arrean a un grupo de yeguas, para que corran en círculos sobre una gran cantidad de trigo. Tiene por objeto separar los granos de trigo de la paja.
- Carrera a la chilena: Dos jinetes compiten sobre sus caballos al pelo, es decir, sin montura. Gana quien llega primero a la meta.
- Domadura: Consiste en dominar en pelo a un caballo, sin entrenamiento. El domador debe mantenerse sobre el lomo, pese a los saltos y movimientos bruscos del animal.
- Topeadura : Dos jinetes con sus caballos se enfrentan separados por una vara de madera a la altura del pecho. Deben empujarse mutuamente. Gana el jinete que logra que el caballo contrario se mueva del lugar que tenía al comenzar la competencia