martes, febrero 22

La Vida de los Peces en la Cineteca Nacional


La cinta ganadora del Premio Goya a la Mejor Película Hispanoamericana, se exhibe todos los días entre el lunes 21 y el domingo 27 de febrero, a las 20:30 horas, en el marco del ciclo Miradas al Cine Chileno 2010 que presenta hasta marzo la Cineteca Nacional del Centro Cultural Palacio La Moneda, Nivel 2.

La vida de los peces, del director chileno Matías Bize, elegida para representar a Chile en los Oscar 2011, ganadora del premio al mejor guión en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva y recientemente galardonada con el Premio Goya a la Mejor Película Hispanoamericana, es un drama romántico que narra la historia de Andrés (Santiago Cabrera), quien regresa a Chile luego de vivir 10 años en Alemania.
En su estadía, asiste a la fiesta de cumpleaños de uno de sus mejores amigos donde redescubre todo el mundo que dejó, incluida Beatriz (Blanca Lewin), su gran amor.
Estrenada en junio del año pasado en Chile superando la cifra de 30 mil espectadores, la cinta se transforma en la tercera película chilena que obtiene un Premio Goya, después de La frontera de Ricardo Larraín (1991) y La buena vida de Andrés Wood (2009).

EL ORIGEN DE LAS VACACIONES


En la antigua Roma los Díes Vacantes (de Vacatio, exento de obligación) eran, al contrario que en la actualidad, los días en los que se trabajaba pero que estaban exentos de obligaciones religiosas.

Más tarde, en la edad media, y según consta en Las Partidas de Alfonso X, los campesinos tenían derecho a las vacatio judiciales, o lo que es lo mismo a las vacaciones judiciales. Vacaciones algo peculiares, ya que eran el derecho que tenia el campesinado a no ser citado por los tribunales durante los dos mees de máxima labor en el campo, que coincidían con el verano, para que estos no descuidasen sus obligaciones.

Como los jueces se verian con poco trabajo, pues decidieron tomarse el verano (coincidiendo con el mayor rendiemiento del campo) de descanso, y por ello se tomaron tres meses de vacaciones. Cómo el Clero vieron en que consistia el negocio, pues ellos también se tomaron sus mesecitos de descanso en el verano, y como eran ellos los que practicamente impartian docencia, pues los niños tambien gozaron de dicho privilegio.

Las primeras referencias del turismo moderno aparecen escritas por Hipólito Taine, describe en su libro Orígenes de la Francia Contemporánea cómo se impuso la costumbre de veranear entre los aristócratas franceses del siglo XVIII: con la llegada del verano, escribe Taine, los nobles se dedicaban a comer, bailar, cazar y "desempeñar la comedia de la aristocracia, cuyo primer deber era la hospitalidad". Los nobles residentes en Versalles y en París viajaban a la Champagne, donde la riqueza era ostentada en interminables caravanas de coches y caballos, una mesa bien servida y el alojamiento dispuesto para el primer hidalgo andariego que golpeara a la puerta del castillo.

En 1836 se publicaron en Alemania las primeras guías de viajeros y empezaron a construirse hoteles en los nuevos balnearios. Con la expansión del ferrocarril, las clases populares pudieron hacer sus primeras incursiones en el turismo moderno. El Viajero advierte que hubo que esperar hasta el siglo XX para que la clase media —la gran mayoría— se hiciera acreedora a su merecido descanso estival.

lunes, febrero 21

FEBRERO

Febrero ocupaba el último lugar entre los antiguos Romanos, mientras que en el calendario actual lo encontramos en segundo término.

La voz latina "Februarius", origen del nombre del mes se deriva de febrau o febraule, término con que los Romanos designaron ciertos sacrificios y ceremonias religiosas que efectuaban en los últimos días del año como desagravio a los dioses por los pecados cometidos y por el eterno descanso del alma de los muertos.

También se piensa que Febrero se llama asi porque el mes estaba consagrado a Jano, diosa que los Romanos llamaban Februta o Frebrúa.

Historia

En el calendario de Rómulo no se encontraba este mes, que fue añadido al final del año por Numa Pompolio, hasta que en la época de los decenviros fue colocado en el lugar que ocupa actualmente. Se le ponía bajo la protección de Neptuno y se le representaba por una mujer vestida de azul que entre sus manos sujetaba un ave acuatica y sostenia en su cabeza un depósito del que salía abundante agua, representando con esto las abundantes lluvias que se desatan en el mes.

Sosígenes, ilustre astrónomo alejandrino, fue quien en el año de 47 A. de J.C., fue llamado por Julio Cesar para arreglar el calendario recogiendo el sobrante del cuarto día astronómico, fijó cada cuatro años un día intercalado en febrero, pero a su cálculo le faltaron 11 minutos, 12 segundos para que fuera exacto y esto dio origen a la reforma gregoriana en 1528.

El nombre de Febrero significa mes de la purificación, porque en esta época del año tenían lugar grandes fiestas y procesiones en Roma en las que se limpiaba la ciudad de toda clase de inmundicias esparciendo en los lugares aseados sal caliente. Los antiguos germanos le dieron el nombre de Hormung, o sea "cuerno pequeño" en contraposición a Enero al que llamaban "cuerno grande" por su mayor duración en el calendario republicano francés se denominaba "Ventose" a una parte del mes de Febrero y "Pluviose" a la restante. Entre los egipcios el segundo mes del año era conocido como paophi y se dedicaba a Osiris. En el calendario caldeo-macedónico, Airu y en el árabe actual, Safar